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Ya tiene 5 meses!!!

3 meses

A casi tres meses de tu repentina desaparición, puedo afirmar que en lugar de conformarme, consolarme o extrañarte cada vez menos, mi corazón pega un salto cada vez que mi mente te recuerda y mis lágrimas lejos están de secarse, mi vida sigue necesitándote en cada paso que doy, en cada satisfacción estás presente y al mismo tiempo ausente, en cada desilusión aparecen tus palabras, tu voz.

Me siguen los recuerdos, intento escapar de ellos, alejarlos y al parecer cada vez descubro alguno nuevo, tus inquietudes, toda tu esencia sigue muy viva para mi.

Pienso en cuanto te hecho de menos y pienso en cuanto te hechare de menos, el consuelo jamás visita mi casa, sin embargo la imagen que tengo de tu cuerpo sin vida poco a poco comienza a difuminarse, deja lugar a nuevas visiones, historias que pasaron y que hoy se agolpan en mi mente.

El sábado es mi peor día, te imagino yendo a trabajar, o en la peluquería, llamándome para saber de tu nieto.... y tu nieto, que puedo decirte, cada vez más grande a veces ciertas miradas que tiene hacen que se me congele la sangre porque en ellas te descubro y dentro mio te hablo y te cuento todo y siento ganas de llorar y mis lágrimas se detienen al ver su rostro chiquitito y no me lo permito, pero los sábados o domingos me hago un minuto, me dejo llevar por mi corazón que a gritos me pide una vía de escape, un desahogo y fluyo, un poco, un rato, tiene que ser cuando él duerme asi no me ve triste, así no se da cuenta de la falta que me hacés, así soy valiente, pero a veces quisiera tener un día entero para gritar, llorar, para no sentirte y estar triste, para recordarte y lamentarme, para pedirte que regreses aunque no tenga sentido, para decirte mil veces más cuanto te amo, cuanto te voy a extrañar, cuánto me has enseñado, cuanto te necesitaré, para decirte que no te vayas, que no me dejes, que te quedes a mi lado, que me vengas a buscar en mi hora (pero antes no) que me cuides, para decirte que se cuanto me amabas y que tu ausencia sigue muy presente en mi vida, que nunca te voy a olvidar, que lejos estoy de extrañarte menos, que cada día que pasa te añoro mas y más.

vos, siempre vos

No siempre tengo ganas de escribir, muchas veces no por falta de inspiracion, sino que simplemente el cansancio me vence.

Pero ese agotamiento tiene el dulce sabor de los paseos en brazos para dormir a Julián, de las noches en que no puedo dejar mi brazo pegado a mi cuerpo porque mi cachorro necesita tener su nariz en mi torso, de los paseos en cochecito que terminan a upa, de las ganas que tiene de estar de pie sobre cualquier superficie y soy yo la que lo sostiene para que mire desde esa perspectiva, de los desayunos preparados con una sola mano (brazo) porque el otro sostiene a mi cuchuflito, de los mails que contesto muy tarde en la noche porque antes me es imposible tener un minuto para mi.

A decir verdad todas las cosas que describo jamás las hago a disgusto, siempre estoy sonriendo, sonriendole, porque su presencia modifico mi vida, mi pensamiento, mis prioridades, mis gustos, todo mi ser y si bien mis energías al final del día están en rojo, hay algo que es cierto, cuando pienso que mi cuerpo ya no da mas, cuando creo que no me responderá, invariablemente ante el mínimo reclamo o sollozo, acuden a mi esas reservas que parecen infinitas, inagotables y quizá en un primer momento acuda a ese llamado un poco molesta pero el sentirlo en mis brazos, el ver como me mira, como me necesita, como me reclama, hace que toda mi fatiga desaparezca porque el amor que siento por mi hijito hace que me olvide de mis pesares, hace que reemplace mi agotamiento por la dulzura y serenidad que necesito para calmar su exigencia.

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Julian y sus 4 meses y medio!

en la cama