lunes, 13 de junio de 2011

Creciendo a pasos agigantados

Mi bebé ya no es tan bebé, poco a poco se va convirtiendo en un nene, cada vez va ampliando más su vocabulario, me va soprendiendo y maravillando con cada avance y al mismo tiempo siento un deje de nostalgia por aquello que va perdiendo, esa lengua floja que decía buya en lugar de basura, o abalu en lugar de triangulo, o a vavor en lugar de por favor.
Ya no se atraganta cuando toma de un vaso de grandes y cada vez son más las veces que me avisa que tiene pipi.
Aún sigue tetero y eso me fascina, es un momento nuestro y cada vez que se engancha agradezco a la vida por haber insistido en la lactancia, por haber sido perseverante, porque se que algún día también esa etapa llegará a su fin y sé que he disfrutado de cada teteada, de cada metida de su pequeño dedito en mi ombligo, de su constante toqueteo de mi pulserita antes de dormir, de nuestro cruce de miradas entre teta y teta... de las noches que pasamos entre leche y caricias, entre besos y mimos.
Quisiera detener el tiempo y dejarlo chiquito para siempre, seguir jugando a que unos caramelos son coches y que cuando me trae la comida de mentirita está fría para que la pueda calentar en su microondas, o jugar días y días con dos aviones de plastilina hechos por papá, contarle una y mil veces el cuento de los reyes magos, el del león que se pincho la pata, el del pato lucas y bugs banny. Jugar al heladero y pagarle con una piedrita diciendo que es una moneda, buscar juntos el bolsillo para guardarla y después ver como se come mi helado de mentira a la vez que se rie sin parar.
Me encantaría que siguiera siendo tan elocuente, pachachin (como le digo yo) inventando que un chupachup envuelto en papel plata es su micrófono y no querer cantar una canción si no es con él. Que al pedirle que hable más fuerte mueva una perilla inventada que sale de su pecho y así sube o baja el volumen de su voz.
Fanático de los truenos , del pato lucas, de mamo papin (rayo mc quin) del arroz, de las autofotos, de los trenes, de tocar mi ombligo, de su tetita.
Su tono bajito para hablar, su manera tan dulce de mirarte cuando se levanta, su manera de preguntar..a donde vamos mamá?? o donde está tal o cual cosa mamá?
Su negación por bañarse o su mal humor al despertarse antes de tiempo de una siesta....
Se que todo esto es parte de la vida, el tiempo ese amigo (o enemigo) silencioso que nos acompaña, avanza inexorablemente, muchas cosas ya forman parte de tu pasado, de nuestra historia, se que vendrán más momentos, más sorpresas, pero todo esto se me está pasando tan rápido que duele. Me da una enorme alegría y satisfacción verte crecer y a la vez tengo ese sentimiento extraño que no se bien como se llama...
Hijo te vas haciendo mayor y no quiero, es parte de la vida, es tu tiempo, tu vida, tu momento y siento que cada vez menos necesitarás de nuestras manos para caminar, pero tené la seguridad que mientras viva caminaré cerca y siempre que me necesites ahí estaré para vos y por vos.
Gracias por existir. Gracias por elegirme.
Te ama,

Mamá

domingo, 12 de junio de 2011